jueves, 10 de diciembre de 2015

Punto final.

Ponerle punto final a una historia
es entender que se acaban para siempre
Los besos,
los abrazos,
la compañía incondicional,
las coincidencias,
 lo simultáneo,
lo cotidiano,
las respuestas inmediatas,
los lugares de siempre,
la soledad que se comparte,
los planes de a dos,
las vacaciones soñadas,
las comidas postergadas,
las risas cómplices.

Pero más allá de eso,
ponerle punto final a una historia,
es empezar una distinta
y está vez se trata de un sólo protagonista (una sola)
juntando lo que le quedó de alma
pisoteando tristezas
superando recuerdos
Y volviendo,
(una vez más)
a recomenzar...

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