Lo miro y siento
que podría devorarme el mundo
sostenida de su mano,
que todo lo malo que pasa ahí afuera
no lo es tanto envuelta en su abrazo.
Ojalá él me mirara así,
ojalá él se sintiera así.
Creí entender la libertad
una vez que leí:
"Aceptar la temporalidad de las cosas
nos hace más felices"
Mañana quizás ya no esté
y aunque duela,
no voy a esperar que vuelva,
aunque quiera.
Prefiero saberlo feliz,
porque esa es su lucha, su meta.
Siempre levanto la voz ante cualquier injusticia,
Y sería una muy grande
atarlo a mi costado.
Desconozco si aprendí algo,
pero si me reconstruí,
y se juntaron mis pedazos
mientras me abrazaba al dormir.
